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domingo, 17 de octubre de 2021

80-15.- LOS RESIDUOS.-

En Úbeda también hubo punk, algo tardío porque fue a mediados de la década de los 80, por lo que mas que punk clásico les influenció el llamado after punk u “onda siniestra”, con referencias como Joy Division, los primeros The Cure y los españoles Parálisis Permanente y Derribos Arias.

Además en la provincia de Jaén este estilo tuvo una especificidad en cuanto a los nombres de los grupos, incidiendo en la crítica a la Iglesia. Nos encontramos con los Preceptos Devotos y Sacrilegios Episcopales de Linares, ambos grupos excomulgados por el obispado.

En 1985 unos adolescentes de 14 años de los colegios de los Salesianos y de la SAFA fascinados por este ambiente formaron su grupo. Miguel Ángel Ruiz (el Marchas) (hermano pequeño de Joe, de Mardita Pasió) a la voz y teclados, Quique Bravo a la guitarra, Pedro Palomares (el Patata) al bajo y Leopoldo Morales (Leo Drumer) a la batería. Ellos ya llevaban desde los 12 años jugando a crear y corear sus canciones por los parques de Úbeda con guitarras españolas y una batería de botes de detergente, delante de su pandilla de amigos y aprendiendo a tocar sus instrumentos.

Se pusieron de nombre RESIDUOS EPISCOPALES, que encajaba perfectamente con la movida provincial. Aparte de los anteriormente nombrados, sus referencias eran TNT, Desechables, La Polla Record, o sea, todo el punk nacional. También tuvieron influencia de grupos sin disco (maqueteros) cuyas maquetas sonaban en Radio Kolikos o en Radio 3 como Los Niñatos y Vicios Modernos de Linares.

Los impulsores del proyecto fueron principalmente Miguel Angel y Leo, ya que sus hermanos mayores ya tenían grupos y estaban en Radio Kolikos. Sus primeras canciones eran muy siniestras y oscuras, con las letras relacionadas con la represión de sus colegios religiosos. Como no disponían de instrumentos, acudían al local de ensayo de Cita en Negro y esperaban a que terminaran para coger los instrumentos y desarrollar sus canciones. Toda una paradoja que el grupo más pijo-pop de Úbeda apoyara a los más maca-punkis.


Primera formación

Su primer concierto fue en el Colegio de los Salesianos donde interpretaron una de sus primeras canciones llamada “Asesinato”, donde se narraba el ahorcamiento de un cura. Fueron denunciados por un profesor y el obispado les mandó una carta a los padres para que hicieran un acto de conciliación y disculpa, se montó un gran lío y al final solo fueron expulsados una semana del colegio.

Tocaron en fiestas de los colegios, en los bares musicales de la época (el Yuyu y el Dime) y en fiestas de los barrios como la Barriada del Sol, en Canena, Rus, Linares y en todos los eventos de la provincia donde los movía su manager Ernesto García de Miguel.

Instituto de Úbeda, Fiesta de Primavera, 1985


Concierto en el Yuyu

Concierto en Rus

Cuando Nono Sánchez y Joe Ruiz fundan Mardita Pasió en 1985 necesitan un batería y le piden a Leo que toque con ellos, A cambio, como los Residuos seguían sin local y sin instrumentos les pidieron que les dejaran ensayar después de sus sesiones. En ese momento los Mardita ensayaban en la casa de Justo Doña. Leo estuvo compaginando los dos grupos hasta que los compromisos de los Residuos se intensificaron y fue sustituido por Felix Marín.

Para 1989 ya tenían local de ensayo propio, un almacén alquilado. El Patata, abandona el grupo, presionado por sus padres para que se centre en los estudios, Miguel Ángel pasó al bajo y entró a la voz Juan María Pérez, todo un carácter, el primer cabeza rapada con cresta de Úbeda. Como el ambiente musical iba cambiando con los grupos guitarreros americanos, fueron dejando la onda siniestra y se hicieron más roqueros, hicieron un punk más clásico con influencias ska y le quitaron el apellido al grupo. Pasaron a ser LOS RESIDUOS.


Con Pérez de cantante
 
Ganaron el primer festival Jauja de Torreperogil de 1989, un festival que admitía maquetas de toda Andalucía para su inscripción aunque casi todos los participantes eran de la provincia de Jaén. Nunca se interesaron por el concurso de la capital El Lagarto, se consideraban demasiado alternativos para un certamen tan popero.

En la primera edición de la Noche de Rock de Úbeda, presentada por Pepe Yerpes, fueron detenidos por la policía local al bajar del escenario, por culpa de una canción con letra de Juan María llamada “Me cago en las fuerzas del orden público” donde se denunciaba represión y maltrato policial; algo típico del rock radical vasco, a lo que en Úbeda no estaban acostumbrados. Una vez retenidos, sus seguidores rodearon el furgón policial y amenazaron con provocar un tumulto. Gracias a la mediación de Diego García, concejal de Izquierda Unida, que habló con la policía, decidieron soltarlos. Los Residuos comparten con Miguel Ríos el honor de ser detenidos tras un concierto, que también salió esposado de un camerino en Úbeda en la feria de 1975.

En las sucesivas ediciones de este evento, aunque no eran del todo competitivas, se elegían a los grupos locales para la feria, por lo que Los Residuos compartieron el honor con las dos bandas locales punteras, Trama de Contacto y Mardita Passió.


Miguel Angel y Leo

Miguel Ángel (El Marchas) abandona la formación conminado por su hermano Joe (de Mardita) por culpa de un altercado violento después de un concierto de Mardita en Baeza, donde los baezanos empezaron a meterse con los ubeteneses, eterna rivalidad ancestral, y nuestros protagonistas se implicaron ferozmente. Joe le dijo a su hermano: “con esos macarras solo puedes tener líos”. Para sustituirlo en el bajo entró Carlos Mejías (El Mejo) y Miguel Ángel acabó incorporado al grupo Hormigones.

Leo siguió en su pluriempleo como batería compaginando Residuos con otros grupos como MDA y Diskordia. Hacían muchos directos por la zona y tenían nuevos referentes en el punk suicida de Eskorbuto o Cicatriz. Les tanteó para grabar un single la sucursal granadina de la discográfica vasca Discos Suicidas, pero no prosperó porque en aquel momento se encontraban en un momento de desidia.

En 1990 mudaron el local de ensayo al antiguo puticlub La Faraona de la recta de Torreperogil, donde ensayaba La Mala Vida, grupo de Agustín Cabrera. Agustín llamó a Leo para que tocara con ellos por el abandono de su batería, Estaban (el Pulpi) y donde iba Leo, iba todo el grupo detrás.

Estuvieron a punto de telonear a Los Ramones en un concierto en Úbeda; nuestra ciudad hace tiempo que está en primera línea de grandes conciertos internacionales. Llegaron a firmar el contrato y fueron aceptados por la oficina del grupo americano, pero la mala suerte hizo que Los Ramones suspendieran la gira europea por otra en Japón que les salía más ventajosa.

El grupo tiene un final trágico. Juan María Pérez murió en la Nochebuena de 1993 en un fatal accidente de moto en el camino del cementerio, después de una fiesta en el local de ensayo. A raíz de la muerte de Juan María quedaron desmoralizados, sin cantante y se disolvieron.

Se volvieron a juntar en 1995 con el nombre de PREDESTINADOS. Volvió Miguel Ángel para el bajo, Leo a la voz, Quique a la guitarra y para la batería llamaron a Javier Latorre (El Personaje), el que fuera batería de Testamento de Transición, Autóctonos y en ese momento militaba en Hormigones. Dieron un solo concierto en el pub Dime con cartel de Justo Doña y sirvió de homenaje para su llorado cantante.

Enlace a YouTube de actuación de PREDESTINADOS.


Escrito por: Cecilio Aguilera.


3 comentarios:

  1. Pérez no murió en 1993, fue en nochebuena de 1991

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  2. No recuerdo no estoy seguro si donde estuvieron de fiesta era local de ensayo... Luego lo preguntaré a gente que estuvo esa fatídica noche

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  3. Teníamos una cinta grabada del concierto de Residuos y MDA en 1990 en La Escalera. La grabadora se la pedimos prestada al cura de salesianos Evaristo Sánchez.😂😂😂😂😂

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